Por: Jhormen Lorena Orejuela Mera
Al seleccionar este título para el siguiente escrito, no es con el ánimo de hacer mención a una serie de televisión que se llamó así. En los últimos tiempos la violencia entre géneros aceleradamente se ha masificado, aunque se considere que las mujeres son en su mayoría quienes expresan estas vivencias de dolor y tragedia generadas desde un maltratador, también ocurre en el caso contrario en el cual los hombres llegan a ser agredidos por mujeres ocultando sus historias desde el silencio y probablemente me atrevería a aseverar desde la vergüenza de callar y no sacarlo a la luz por la creencia del por qué se deja golpear por una mujer.
Sin embargo lo que aquí converge en el sentido de estas sencillas líneas no es generar un encuentro de opiniones que puedan llegar a causar conflicto, es poder sensibilizar al público para que se permita considerar que puede revelar un vínculo que se empieza a tornar disfuncional y al cual las personas terminaron por adaptarse como “normal”, donde ambas partes se sienten cómodos y sus nexos les restan salud y les suman mucho dolor.
« Víctima del amor:
Veo un corazón destrozado.
Tienes una historia que contar.
Víctima del amor:
Es un papel muy fácil
Y tú sabes representarlo
Muy bien….Creo que sabes
A que me refiero.
Caminas por la cuerda floja
Del dolor y del deseo,
Buscando el amor ».
Víctima del amor. Capítulo 1. Libro, Las mujeres que aman demasiado
Norvin Norwood.
Recomiendo este libro si usted considera poder crecer en el tema de construir una relación más estable, lo primero no idealice a su pareja. esto es un error. el mismo libro lleva a conocer un concepto del amor y por favor, mientras que lee esto si usted se siente algo identificada como persona, no se juzgue, solo dese la oportunidad de enterarse de lo que puede estar pasando.
« Amar demasiado no significa amar a demasiados hombres, ni enamorarse con demasiada frecuencia, ni sentir un amor genuino demasiado profundo por otro ser. En verdad significa obsesionarse por un hombre y llamar a esa obsesión amor». Créame que desinstalar en un momento dado lo anteriormente mencionado no es nada fácil, pero si se tiene instinto de supervivencia lo más importante es reconsiderarlo, entender y hacer algo por nuestro propio cambio.
Aunque en ocasiones no se considere que estemos en un ciclo de relación disfuncional, enfermiza y de dependencia afectiva con otra persona, primero, porque hay ceguera emocional y porque cambiar de una u otra manera producen una fractura en el alma que nos puede conducir a que nos resquebrajemos y tengamos que recogernos a pedazos para hacer una nueva versión de nosotros mismos, hay personas que prefieren continuar contándose historias donde los engañados son ellos mismos más que quien ocupa el rol de agresor.
¿Qué puede haber más allá de un desequilibrio afectivo?
Según las palabras de Stanton Peele, autor de Amor y adicción: “Una experiencia adictiva es aquella que absorbe la conciencia de una persona y al igual que los analgésicos, alivia su sensación de ansiedad y dolor».
« No tener un hombre en quien concentrarnos es como suspender el consumo de una droga, a menudo con muchos de los mismos síntomas físicos y emocionales que acompañan la verdadera suspensión de una droga: náuseas, sudor, escalofríos, temblor, ansiedad, una forma obsesiva de pensar, depresión, imposibilidad de dormir, pánico y ataques de angustia. En un esfuerzo por aliviar esos síntomas, volvemos a nuestra última pareja o buscamos una nueva con desesperación».
Cerrare entonces mí escrito con una pregunta que puede responder solo quien lo considere interesante, usted puede detenerse para pensar y reflexionar sobre el tema: ¿La violencia de pareja es solo responsabilidad de quien comete la agresión?….
Punto final.
Gracias por leer.
Jhormen Lorena Orejuela Mera
Psicóloga especializada y Coach Profesional con énfasis en Neurociencias