Por Escritor: Javier Enrique Dorado Medina

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Twitter: @javiergolden_

Ante el segundo desplante realizado por su eminencia serenísima el subpresidente Duque a nuestros indígenas bien organizados en la llamada Minga por la Vida, la Paz y el Territorio, entre el 19 y 22 de octubre de 2020 a Bo

gotá (recordemos que el primero fue el año pasado en Caldono, Cauca), no puedo quedarme tranquilo y quieto sin protestar a mi modo, escribiendo por ejemplo esta columna de opinión, para reclamarle de frente su actitud despótica, soberbia, altanera, arrogante y vanidosa al estilo bufón (cuando por ejemplo fue a

l Chocó vestido de verde como disculpa en esos días), al no atenderlos como se merecían con cortesía y urbanidad, en su condición de anfitrión y dizque de primer mandatario de los colombianos, que somos todos, sin distinción de ninguna clase, tal como lo dice la Constitución Política del 91, en su artículo 1º., función que le correspondió a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quien lo hizo con lujo de detalles y se llevó

 todos los aplausos.

A su eminencia serenísima se le olvidó que el ADN de los colombianos es indígena, que el 4,4% de la población colombiana es indígena (aproximadamente 1 millón 905. 617 indígenas) y que hay pueblos indígenas en

31 de los 32 departamentos, lo mismo que en la Minga participaron cerca de diez mil indígenas

, bien organizados, cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad, tanto los propios, como los de la capital, siendo bien reconocidos por las autoridades (menos por el subpresidente), como por los propios habitantes y por la mayoría de los colombianos de bien, quedando como ejemplo a seguir. Da la impresión por el desplante hecho que el subpresidente tiene la sangre azul, al igual que la mayoría de los integrant

es de su equipo de gobierno y los de su partido de gobierno, incluyendo también lógicamente al “intocable”, su gestor y patrocinador.

No olvidem

os que con esa actitud descortés a nuestros indígenas, con ese desprecio Y soberbia de frente, es como si lo hubiese hecho a todos los colombianos, mostrando de este modo la clase gobierno inepto que tenemos, dejando ante el mundo civilizado una pésima imagen de incredulidad y compasión hacia nosotros.

En cambio la imagen de los indígenas es excelente, al hacer bien unidos esa travesía desde el Cauca, llegando a Cali y luego a Bogotá, con una actitud de resistencia con dignidad, la cual la han conservado a lo largo de 5 siglos desde 1492, hasta el día de hoy, cuando Duque les dio la espalda. Ellos mismos, nuestros indígenas, han explicado su resistencia: “la resistencia indígena hunde sus raíces en la nieve de la historia y por lo tanto es la propia historia de los legítimos dueños de América, y es gracias a esta resistencia ancestral que nos hemos mantenido como pueblo”.

En conclusión, quedó brillando para la historia el desempeño excelente de la Minga por el derecho a la Vida, la Paz y el Territorio versión 2020 y queda en el reino de la vergüenza y el desprecio lo que hizo el subpresidente Duque versión 2018-2022, el peor mandatario que hemos tenido, por esa pésima actuación y muchas más.

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